viernes, 29 de noviembre de 2013

La objetividad enfocada en el fútbol

La objetividad como siempre se ha discutido, es subjetiva. El fútbol, deporte que mueve masas, no se queda atrás en estos términos.

El fútbol es sensacionalista, busca la emoción por medio de los sentimientos transmitidos por un gol, el diseño de una camiseta, el juego de un jugador, entre otros elementos a destacar.

Los comentarios que se pueden realizar de este deporte no pueden encontrar la objetividad, ya que es subjetiva, en otros términos, estamos expuestos a la influencia de nuestro entorno en nuestro pensamiento. Cualquier periodista deportivo busca como fin último la objetividad, pero ¿Podría llevarse a cabo?

Nuestra mente nos podría inducir a pensar que un individuo que valora por partes iguales a todos los equipos es alguien objetivo. Esta hipótesis sería contradictoria, ya que se puede valorar por partes iguales pero nuestro corazón y sentimiento se vería influenciado por nuestro entorno, que incluye; el apoyo de familiares, amigos o compañeros hacia un equipo; la atracción por la colocación de un equipo, el gusto por el comportamiento o juego de un jugador, el sentimiento que transmite la afición de un equipo o equipos… Un comentarista podría transmitir objetividad, por ejemplo, en la valoración, pero siempre se verá atraído por un conjunto, por cualquier elemento.

Cabe la idea de la valoración, de corazón, de un individuo que este totalmente aislado de este deporte. Alguien que no hubiera visto nunca un partido de fútbol, al igual que cualquier ser humano de su entorno, difícil por el gran movimiento de masas, si viera un partido de fútbol, tampoco podría ser objetivo ya que cualquier elemento que le resultara más atractivo le haría decantarse, subjetivamente, por algún conjunto.

Este ejercicio mental no pone en cuestión la labor de los comentaristas, ni es un mal para el deporte, puesto que su objetivo es ser lo más objetivos y precisos posible en su labor del oficio. Separa la objetividad en el oficio, de la objetividad real y perfecta.

Algunos comentaristas se acercan a la objetividad en el oficio, proponen opiniones e ideas que se aproximan, en mayoría, al acuerdo de las dos partes. No será total ya que, como ha sido explicado, todo ser envuelto en este deporte será influenciado.

Existen profesionales que confiesan su devoción por unos colores pero que en el oficio son justos y objetivos. Cabe destacar la diferencia entre el reconocimiento en su labor, por ejemplo, de una jugada mal arbitrada y lo que le gustaría personalmente que hubiera pasado.

Otros profesionales optan por ocultar su sentimiento hacia algún conjunto y muestran su faceta objetiva hacia el público, totalmente válida puesto que es su labor. Cualquier técnica objetiva es válida siempre que se aproxime a la opinión de justicia y lógica de la gran mayoría.